14 agosto 2010
Política de avestruz
Con fecha 9 de agosto, la RFHE publicó en su página web una nota oficial referente a los incidentes ocurridos después del Campeonato de Europa Jr&JJ, en Kreuth (Alemania). Dice la nota que también han remitido notas de disculpa a la Federación Ecuestre Internacional y al Comité Organizador, y que se ha abierto un expediente informativo interno para aclarar lo ocurrido.
A la vista de esta nota queda claro que no se puede despachar este asunto como una simple chiquillada o pequeña gamberrada como nos quisieron hacer creer el pasado fin de semana. Por otra parte destaca el extraño silencio referente a estos incidentes: unas notas de disculpa, un expediente informativo interno y todo el mundo callado. El Raid, como dicen que hace el avestruz, mete la cabeza bajo tierra para no enfrentarse a su realidad. La famosa noche etílica de Requena, las tarjetas amarillas, la resaca alemana ... hacemos como que no pasa nada. El Raid (todos nosotros) mira para otro lado.
¿De dónde habrán sacado los responsables que la política del avestruz funciona? ¿De dónde habrán sacado que negar o minimizar un asunto basta para que el asunto en cuestión sea menor? ¿Será que las medallas nos ciegan?
Las medallas del Raid siempre han sido, y siguen siendo, el resultado del trabajo y de los esfuerzos particulares, y poco tienen que ver con una supuesta política oficial de raid o con unos supuestos méritos excepcionales de los estamentos que dicen dirigirlo. Los dirigentes están allí, a unos les va mejor y a otros no tanto, unos tienen más suerte y otros menos, se involucran, a veces hasta intentan hacer cosas, y ahora incluso los hay que cobran, pero referente al éxito de verdad nada ha cambiado en treinta años: todo depende del sacrificio y del esfuerzo de los que trabajan el tema día tras día.
El mérito de las medallas lo tiene el Raid, y sus dirigentes son colaboradores de este mérito tan sólo en la medida en que participan del esfuerzo. Ni más ni menos. Y una gamberrada es un gamberrada, y un impresentable es un impresentable. Eso lo sabemos todos, pero pensamos que con la política del avestruz podemos esquivar nuestras responsabilidades, y de paso quizás ganar algún favorcillo. La gran pregunta es muy sencilla, todos la sabemos: ¿Hasta qué punto puede el Raid Español permitirse esas formas? ¿Son éstos los que nos representan? ¿Es esa la imagen que queremos dar? ¿No habrá otro camino menos polémico?
Por cierto, si esto no te gusta siempre puedes culpar al mensajero. Eso tampoco ha cambiado en treinta años. ¡Vaya peña!
Carpe diem,
KF.
A la vista de esta nota queda claro que no se puede despachar este asunto como una simple chiquillada o pequeña gamberrada como nos quisieron hacer creer el pasado fin de semana. Por otra parte destaca el extraño silencio referente a estos incidentes: unas notas de disculpa, un expediente informativo interno y todo el mundo callado. El Raid, como dicen que hace el avestruz, mete la cabeza bajo tierra para no enfrentarse a su realidad. La famosa noche etílica de Requena, las tarjetas amarillas, la resaca alemana ... hacemos como que no pasa nada. El Raid (todos nosotros) mira para otro lado.
¿De dónde habrán sacado los responsables que la política del avestruz funciona? ¿De dónde habrán sacado que negar o minimizar un asunto basta para que el asunto en cuestión sea menor? ¿Será que las medallas nos ciegan?
Las medallas del Raid siempre han sido, y siguen siendo, el resultado del trabajo y de los esfuerzos particulares, y poco tienen que ver con una supuesta política oficial de raid o con unos supuestos méritos excepcionales de los estamentos que dicen dirigirlo. Los dirigentes están allí, a unos les va mejor y a otros no tanto, unos tienen más suerte y otros menos, se involucran, a veces hasta intentan hacer cosas, y ahora incluso los hay que cobran, pero referente al éxito de verdad nada ha cambiado en treinta años: todo depende del sacrificio y del esfuerzo de los que trabajan el tema día tras día.
El mérito de las medallas lo tiene el Raid, y sus dirigentes son colaboradores de este mérito tan sólo en la medida en que participan del esfuerzo. Ni más ni menos. Y una gamberrada es un gamberrada, y un impresentable es un impresentable. Eso lo sabemos todos, pero pensamos que con la política del avestruz podemos esquivar nuestras responsabilidades, y de paso quizás ganar algún favorcillo. La gran pregunta es muy sencilla, todos la sabemos: ¿Hasta qué punto puede el Raid Español permitirse esas formas? ¿Son éstos los que nos representan? ¿Es esa la imagen que queremos dar? ¿No habrá otro camino menos polémico?
Por cierto, si esto no te gusta siempre puedes culpar al mensajero. Eso tampoco ha cambiado en treinta años. ¡Vaya peña!
Carpe diem,
KF.
# posted by Kristian @ 5:37 p. m. 
